El vino de aguja envolvió mi cansancio,
aguzó mis sentidos…
Tu olor embriagaba la escasa razón que albergaba mi mente,
tan solo un resquicio.
La cera mantuvo despierta a la llama,
que ardió sin respiro
Y bailaba quemando la noche,
Delicia y desquicio.
Locura mordiendo tu carne,
inventando tu vicio.
Tus manos hablaban sobre la pasión a mis curvas
que hervían fervorosas,
Delicia y delirio.
Palabras sin letras ni voz que escapaban
a cada suspiro creando un lenguaje secreto,
El más conocido…
Los peces de Julio llenaron las bocas,
tan suaves, tan fríos…
Jugaban saltando de una a la otra,
sonriendo al estío.
Madrid 23 Febrero 09
03:55
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"creando un lenguaje secreto,
ResponderEliminarEl más conocido…"
Me a encantado ^^
unSaludo
Quién pudiera llenarnos la boca de flores o de peces... :)
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