domingo, 22 de febrero de 2009

Sonriendo al estío

El vino de aguja envolvió mi cansancio,
aguzó mis sentidos…
Tu olor embriagaba la escasa razón que albergaba mi mente,
tan solo un resquicio.
La cera mantuvo despierta a la llama,

que ardió sin respiro
Y bailaba quemando la noche,
Delicia y desquicio.
Locura mordiendo tu carne,

inventando tu vicio.
Tus manos hablaban sobre la pasión
a mis curvas
que hervían fervorosas,
Delicia y delirio.
Palabras sin letras ni voz que escapaban

a cada suspiro creando un lenguaje secreto,
El más conocido…

Los peces de Julio llenaron las bocas,

tan suaves, tan fríos…
Jugaban saltando de una a la otra,
sonriendo al estío.


Madrid 23 Febrero 09
03:55


2 comentarios:

  1. "creando un lenguaje secreto,
    El más conocido…"

    Me a encantado ^^

    unSaludo

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  2. Quién pudiera llenarnos la boca de flores o de peces... :)

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